martes, 15 de julio de 2014

Gracias....

Os dejamos un carta que nos escribió nuestra amiga Marta. Por estas cosas merece la pena trabajar duro. 

Dicen por ahí que escribo por obligación, sin darse cuenta de que mi vocación es la música. Basta con cerrar los ojos para sentirla, basta con no escucharla un día para saber que es imprescindible. 
Hay canciones perfectas llenas de errores, hay partituras plagadas de defectos pero en manos e instrumentos de La Pasión siempre son preciosas. 
Juro que nadie será capaz de superar vuestras ilusiones, y mucho menos vuestras ganas. 
Puede que algunos superen vuestra música (que lo dudo) pero en la vida conseguirán crear la familia que vosotros habéis creado. 
Lo sé porque os he escuchado, lo sé porque lo he vivido. 
Lo sé porque he sido testigo muchas veces de todo vuestro esfuerzo, de vuestro trabajo. 
Lo sé porque muchos, con el paso del tiempo, han aceptando que no existe mejor banda. 
Lo sé porque habéis callado bocas por doquier, porque personas que nunca creyeron en vosotros, ahora agachan la cabeza cuando os ven pasar.
En vuestro vocabulario, ya no existe la palabra "miedo". Ya no existen músicos más valientes que vosotros. 
Tenéis mucho que decir pero, sobre todo, los que no os conocen tienen mucho que callar. 
Hace tiempo que empecé a creer y a confiar en vosotros, como tanta gente lo hace, como tanta gente lo hará. 
Ya nadie tiene que convencerme de que sois únicos. Ya nadie puede dudar que sois inigualables. 
¡Vaya envidia sana deberían teneros, familia! ¡Vaya envidia sana deberían teneros, y vaya envidia mala os tienen! 
Poesía no sé, pero música sois vosotros y parece mentira que no lo sepáis.
Todo lo que escriba es poco y por mucho que diga cosas buenas de vosotros, siempre me voy a quedar corta.
Que ls conozco desde hace poco y no os imagináis lo bien que me hace sentir "formar", de alguna forma, parte de esta familia. 
Que ya estoy cansada de escribir cosas tristes, y no hay mejor forma de escribir algo bonito y alegre que escribiendo para la mejor banda. Porque cada vez que he salido de esa nave, ha sido con dolor de cara de tanto reírme. 
Ojalá el mundo deje de preguntarse cómo es posible emocionarse escuchando música y empiece a vivirlo de una maldita vez escuchando como tocáis.
Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que os escuché porque en aquel momento me di cuenta de que los que valen de verdad, son los que tocan con el corazón. 
Ahí entendí el nombre de la banda y lo que seríais capaces de dar por ella. 
Comeos el mundo.
Uniforme puesto y gorro en mano, que nada os detiene. 

Muchas Gracias, Marta Asins Espadiña